viernes, 17 de noviembre de 2017

Diez razones por las que me gustan las Indias Orientales

Saludos, muníficos lectores. Me gusta mucho jugar en el siglo XVII como ambientación incluso de dungeoneo (como es Lamentations of the Flame Princess por defecto) y, dado que en ese tiempo todo el mundo empezaba a ser descubierto, las posibilidades para ambientar una posible campaña son bastante amplias llegada la hora de circunscribirnos a una región determinada. Y, si bien la cosa suele centrarse en Europa o América, como es natural, a mí hace tiempo que me tira bastante más Asia.

Por eso hoy vengo a daros diez razones por las que personalmente me gustaría jugar partidas en el siglo XVII en las Indias Orientales, que vienen siendo el Sudeste asiático y el Subcontinente indio. Y sus alrededores.


Islas

Me gustan mucho las campañas de navegación, me parece que dar a los personajes un barco y dejar que vayan de un lado a otro es una de las mejores formas de evitar el encarrilamiento y de poder meter fácilmente la última chorrada que a uno se le haya ocurrido. Porque alguien siempre le da una isla a todos los bichos raros.

Y en las Indias hay islas a patadas, las Filipinas, sin ir más lejos, que probablemente serían la base de operaciones de los personajes al principio. Además de que todas las colonias occidentales en la India en este tiempo son factorías costeras, lo que también da bastante manga ancha.

Y no olvidemos las tormentas, los naufragios y otras visicitudes del mar especialmente el siguiente punto...


¡Piratas!

Me gustan los piratas y creo que el sentimiento está bastante generalizado. Y en las Indias Orientales, además de tener los sospechosos habituales: españoles, portugueses, holandeses, ingleses o franceses; tenemos también a otros como malayos, japoneses (¡wako!), chinos, vietnamitas, malayos otra vez... Si tiras una piedra a lo lejos probablemente le des a uno y eso siempre mola. ¡Que para algo es la edad dorada de la piratería!

Y que haya piratas de tantos sitios nos lleva a...


Diversidad de orígenes

Las Indias Orientales permiten formar grupos de orígenes muy variados, no solo de los distintos países europeos (demonios, hasta los daneses tenían una colonia en la India), sino también filipinos, japoneses, chinos, musulmanes malayos, los distintos pueblos del subcontinente asiático, hindúes... En el grupo típico de aventureros y buscavidas, donde se echa poca cuenta al origen de cada uno, toda esta variedad puede traer cosas muy interesantes.

Y ni siquiera tiene que ser un grupo de aventureros, para muestra un botón: en el intento de invasión de Camboya por parte de España (fallido, claro) participaron españoles, portugueses, filipinos, mercenarios japoneses y tropas tailandesas.


Civilizaciones antiguas

Y eso se debe en buena medida a que en las Indias Orientales, al contrario que en América, las civilizaciones como el Mundo Indio, China o Japón resisten en mayor o menor medida la colonización y me parece un contacto bastante interesante. No solo en términos realistas de guerra y politiqueo, también en un mundo en el que existen la magia y la hechicería, y puedes descubrir toda clase de artefactos y tradiciones extraños de culturas aún vivas.


Orientalismo

Culturas que por otra parte a mí personalmente me interesan mucho, sobre todo en el caso del Extremo Oriente. Y no sería difícil subirse un poco al norte y ser testigo de los últimos años de la dinastía Ming o pasarse por el Nagasaki del periodo Edo.

Pero, yéndonos más cerca, tenemos el Imperio mogol en la India. Y, por otra parte, el Sudeste asiático (y sobre todo Camboya) está en esos momentos en una Edad Oscura desde la caída del Imperio Jemer, que dejó tras de sí un montón de ruinas de su edad dorada, como la famosa Angkor Wat. Ruinas que bien pueden convertirse en mazmorras ideales.


No está tan explotado

Sí, yo soy así, me gusta lo raro. Me parece que la colonización de las Indias Orientales es una parte poco conocida de la historia y eso lo hace más llamativo y me da más manga ancha. ¡Biba! ¡Urra!


Un mundo por descubrir

No por nada el XVII es la época de las grandes exploraciones. Unos aventureros emprendedores pueden descubrir muchas cosas nuevas desde Manila: el interior de la India y el Sudeste asiático o China, las Islas del Pacífico y Australia (perdón, Nueva Holanda), las junglas de Indonesia y Melanesia y, si nos ponemos tontos, hasta es posible pasearse por el índico y llegar a Etiopía (la tercera India Oriental, reino del Preste Juan) y las factorías africanas del este.


La historia real es la leche

Y a pesar de que por sí es una gran ambientación, las cosas que pasan o pueden pasar también la marcan mucho. Las misiones y persecuciones de cristianos, los intentos de invasión poco meditados que acaban en desastre, las expediciones de colonización como las de las Islas Salomón, las guerras perpetuas entre potencias europeas que se contagian a la región, las compañías comerciales que eran megacorporaciones de la época, las Armadas de la India y el Galeón de Manila... Es una época de gran dinamismo en la que siempre están pasando cosas que pueden ser geniales como ideas de aventura o para servir como un rico telón de fondo para las locuras en las que se metan los personajes.


Se presta a todo tipo de campañas

Y por eso ya huelga decir que es un entorno que se adapta fácilmente a cualquier tipo de campaña. ¿Comercio? Check. ¿Militar? Check. ¿Ir buscando ruinas que saquear? Check. ¿Establecer asentamientos y colonias? Check. ¿Politiqueo? Check. ¿Investigar asuntos místicos del exótico Oriente? Doble check. Y todo ello pudiendo adaptarse muy fácilmente a a un modo sandbox que es lo que nos gusta en esta santa casa.


Españoles

No soy especialmente patriota por un lado ni fan de la leyenda negra por otro, creo que me gusta jugar con españoles del XVII por simple proximidad y porque, también, creo que es algo poco explotado por otro lado. No es que fueran los malos, pero tampoco los buenos, ya se dice que el mapa del Imperio llegó a confundirse por aquel entonces con el mapa de la picaresca. Además de que me hace gracia por algún maldito motivo.


Y si encima tiene magos e ídolos nativos que te transforman los ojos en tentáculos por las risas y esas cosas, mucho mejor. Hace poco hablaba sobre esto con maese Nirkhuz y sobre cómo trataría el tema de la magia arcana y divina en esta clase de ambientaciones (un poco sobre cómo sería una Europa Mítica a lo Ars magica si aguantara cinco siglos) y sacó una entrada muy interesante al respecto a la que os recomiendo echar un ojo.

Por lo demás, espero que os hayan interesado mis desvaríos pobremente articulados. ¡Os espero en la próxima! Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

2 comentarios:

  1. Me encanta coincidir con usted en esta apreciación, gentilhombre. Es un entorno perfecto para inspirarse y o jugar, directamente, con sus recursos históricos.

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  2. Coincido en que me encanta que coincidamos. :D

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